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 Horror hipócrita

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Leo que el Coma Andante Castro se siente horrorizado ante los atentados en EEUU y que aconseja crear una internacional contra el terrorismo. El monstruo sin escrúpulos quiere que la prensa hable de él, puesto que ya a nadie erróneamente le importa su persona. Voy a mencionarlo a pesar de que pronunciar su nombre es hacerle un egbó o purificación de lengua. ¡Qué cara más dura tiene el Coma Andante! En uno de sus primeros discursos no vaciló en amenazar al mundo con ataques terroristas, argumentando que "si quisiéramos podríamos ser excelentes terroristas". Cuando nunca había dejado de serlo ese gangstercillo de poca monta que convirtió a Cuba en su camorra. ¿Cómo puede tener cara Castro de manifestarse en estos momentos de dolor que atraviesa el mundo ante los atentados de Estados Unidos? El ha sido uno de los principales pilares del terrorismo mundial, y uno de los que más ha alentado a ir en contra de Estados Unidos. En Cuba se han entrenado y refugiado terroristas de toda clase: ETA, el IRA y los guerrilleros de toda América Latina, Hugo Chávez, Tirofijo, los sandinistas, y el subcomandante Marcos, los Panteras Negras americanos, entre otros. Recuerdo que allá por principios de los años 80 la hija de una amiga de mi madre era novia de uno de la OLP. Una noche nos invitó a cenar al Centro Arabe en el Paseo del Prado. El tipo nos montó en su auto y nos llevó a un campamento donde residía.

Cuando estalló el avión contra la primera torre del WTC yo estaba escribiendo mi columna y pensé con honda pena que el Coma Andante estaría muy satisfecho. El, que siempre ha vivido esa relación de amor y de odio con los americanos, que no es más que fascinación, luego convertida en ansias locas de destrucción.

Estoy de acuerdo con algunas opiniones que no dudan en que, en caso de que el autor de los recientes atentados haya sido Bin Laden, el criminal millonario no actuó solo, si no que fue apoyado como mínimo por un estado. ¿Y por qué no por varios Estados? Siempre me resultó rara la reunión que mantuvieron Fidel Castro y Hugo Chávez hace pocos meses con los mandatarios Sadam Husein, Kadafi, creo que estaba también Yasir Arafat. Por cierto, la imagen de éste donando sangre es increíble, aunque sea simbólica. Después que ordena entrenar a niños kamikazes, después que ha guardado bien a su mujer para que no hable de más. Sobre esta reunión se dijo que acontecía porque a Chávez y a Castro les interesaba subir el precio del petróleo. Ahora lo han conseguido. Y también los medios de prensa barajaron que Castro hacía esta gira porque, estando enfermo, se despedía de esta manera de sus aliados árabes.

Esto es un dato excepcional para sospechar de Castro. Sabe que le quedan dos afeitadas como máximo, no vacilaría en hundir, no ya Estados Unidos, el planeta entero. Ya durante la Crisis de los Misiles estuvo a punto de provocar la tercera guerra mundial. No dudo que los asesinos hayan viajado de La Habana a Canadá o a Miami, y de ahí a Boston. No dudo nada porque estoy convencida que uno de los que hoy domina el mundo con hipocresía y cinismo se llama Fidel Castro. Y fíjense: en Durbán el Coma Andante pide que las víctimas del esclavismo sean indemnizadas y todos sin excepción le aplauden y en el documento final pretenden incluir su capricho; entre tanto, 11 millones de esclavos cubanos sobreviven atemorizados en la isla, y nadie pone en tela de juicio la responsabilidad del dictador, su culpabilidad. Todos le invitan. Incluso, en breve hubiese visitado precisamente New York, para la Reunión Mundial de la Infancia, a la que se comentó que pensaba llevar al niño Elián González como símbolo de la libertad.

No me canso de denunciar a Castro porque temo ante lo que ocurre a mi alrededor, cuando veo a tantos jóvenes vestidos de militares castristas, sucios, despeinados, heridos como fieras. Inmersos en el bla,bla,bla de hay que acabar con el imperio estadounidense, sea como sea, con la venganza como estereotipo. Cuando veo a un grupo de teatro infantil francés cuyos instructores llevan a los niños a Chiapas para representar una obra donde los francesitos empuñan fusiles de mentira y van encapuchados imitando al subcomandante Marcos, me aterro. Cuando constato que cantantes de éxito usan como marca de publicidad la lucha contra el capitalismo y lo reducen a violencia, a temas donde la palabra clandestinidad toma una fuerza sentimental en contra de la democracia; cuya hipocresía no les impide pasearse desde Chiapas a una pasarela neoyorquina, tiemblo. Tiemblo porque viví ese terrorismo psicológico, bastaba ser niño cubano, obligatoriamente debías ser pionero comunista a los siete años, el Estado tenía más poder sobre ti que tus padres.

Los terroristas declarados y los tapiñados fabrican aliados en cualquier parte; una mañana despiertas y solamente por seguir la moda puedes transformarte en uno de ellos.

ZOE VALDES

14 de septiembre de 2001