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El capitán Water Melón 
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La isla está en los límites del trópico de cáncer y por eso la temperatura nunca baja de los 25 grados en las noches de verano, en invierno solo rompe esta armonía tropical la entrada de algún frente frío pero la gente siente el cambio solo en la madrugada, después que sale el sol la vida se torna normal y no faltan las oportunidades en las cuales la gente se entusiasme y se dirija a la playa, la gente deja de ir en los meses de invierno por una cabrona costumbre que se heredó de no se sabe quién, pues la realidad es que durante todo el año existen condiciones para darse un oportuno baño. Ahora esas playas se ven invadidas por los turistas que salen huyendo de sus paises fríos, pero los nacionales continuan conservando esa costumbre.
Era gobernada por un Mago muy poderoso, en realidad más que gobernar, él era el dueño de ella, donde hacía y deshacía a su antojo, sus ambiciones personales y complejo de superioridad le hicieron extender sus fronteras hasta los 90 grados norte y sur, además de abrazar la tierra por el este y el oeste. Siempre fue una isla hermosa hasta la llegada de este soberano, quién la iba convirtiéndo poco a poco en una verdadera ruina con sus locuras, nadie sabe por cual motivo un dia se le ocurrió comprar barredoras de nieve, como único, que pensara mover la isla un poco más al norte o traer desde los polos grandes témpanos de hielo para molerlos bien finos y después, desde el aire, repartirlos en forma de nieve, quién sabe lo que soñaria ese dia aquel loco.

Sus locuras no pararon en todo el tiempo que se mantuvo como dueño de aquellas tierras, claro!, era dueño de todo, de sus rios a los que contaminó con el tiempo, de sus mares a los cuales convirtió en un gran cementerio, de sus árboles a los que taló a su antojo, de sus animales que más tarde quedaron muy pocos, entonces solo le quedaba en sus propiedades a la gente del pueblo. 

La tenía sometida a un hambre constante, eso era lo primero que aprendía todo ser en esa pequeña isla cuando nacía, después al pasar varias generaciones, el hambre se convirtió en una cosa tan normal, que el dia que la gente podía comer decía que el Mago era bueno y se olvidaban que por culpa de él, toda la comida había desaparecido de aquel paraiso, de verdad que su poder era ilimitado y tanto poder lo tenía enfermo.

Un dia soño tener mas barcos que Aristóteles Onassis, eran cosas que a veces no las soñaba, él las pensaba y las quería, porque su mente estaba podrida con todo el poder que había robado por medio de tantas mentiras, no solo a la gente de esa maldita isla, el muy cabrón tenía gran habilidad para engañar a todo el mundo, llegando a ser admirado por millones de gentes de otras razas que vivían en un gran continente muy cercano a la isla, luego para lograr su objetivo, barría con todo lo que sirviera de obstaculo al nuevo capricho.

Si una cosa tenía aquel Mago de malo, era la forma tan despiadada con la cual quería borrar el pasado, todo lo que fuera un poco viejo le molestaba, entonces sin piedad lo barría, era como si todo lo que quedara del pasado le trajera malos recuerdos y en ese paso arrollador en contra de lo viejo, acabó con muchas cosas buenas, con aquellas de las que solo se acuerdan los más viejos, pero que no se atreven a mencionar por el miedo que sienten ante las leyes de aquel Mago tan ciego.

Ese dia fatal para los habitantes de esa isla, el Mago llamó a su equipo de trabajo y les dijo:

- Nosotros tendremos la flota mercante más grande que se haya conocido en América, con los buques más grandes y modernos, porque nosotros somos los mejores, somos lo máximo, pero esto lo haremos con el hombre nuevo, con ese hombre ajeno al vicio del contrabando, al juego ilícito, a las bebidas y a los amoríos, ese hombre será solo para el trabajo y se olvidará de lo material, porque así será el hombre nuevo.

Desde ese dia las comisiones de trabajo del Comité Central del Partido del Mago, salieron a la cacería de los hombres nuevos por todos los montes de la isla, hasta donde no había llegado aun la corrupción. La Sierra Maestra, las montañas de Baracoa, Guantánamo, el Escambray y otras regiones de esa isla fueron detenidamente revisadas por aquellos emisarios, quienes confiaban ciegamente en los informantes que el Mago había diseminado por todos los rincones con el fin de controlar la vida de todos los isleños, fué así que en su recorrido por Baracoa, uno de estos grupos se detuvo a observar en un cruce del rio Toa, la habilidad de uno de los guajiros para con vara en mano, como si fuera un motor, ir empujando una patana cargada de caballos y mulos, mientras cruzaba de una orilla a la otra.

-Buenas tardes compañero.- Le dijo el cabecilla del grupo una vez que se pegó a la orilla y comenzaron a desembarcar los animales.

-Buenas tarde Compay.- Respondió el rudo guajiro mientras resoplaba como un caballo por el esfuerzo que había realizado.

-Compañero, la revolución necesita de sus servicios.

- Uté dirá camará.

- Sabe una cosa, lo vi maniobrando con esa patana y creo que usted reune todas las condiciones para ser Capitán de nuestra marina mercante.

- Yo lo que creo é que uté etá chiflao compay.

- Pues mire que no, usted formará parte de esa gloriosa marina desde estos momentos.

- Compay, yo nunca vide un barco, yo solamente conozco de animales, de café y de sembrar cacao.

- Eso no importa, la revolución con su Mago al frente lo prepararán y harán de usted un hombre mas útil a la sociedad, ¿es usted Militante de la UJC?

- No camará, yo soy militante del Partío.

- Con mas razón, usted no puede negarse a esta tarea de su Partido.

- Miren, eso é mejor hablarlo delante de mi comay en el bohío.- Hacia la pobre vivienda se dirigió toda aquella comitiva de adulones del Mago, donde después del acostumbrado café al estilo oriental, no pararon un segundo de hablarle a la pobre campesina para que aprobara la salida de su marido para la capital,ante cada gesto y palabras de resistencia, ellos le hablaron de la posibilidad de salir de ese campo, donde toda la vida sería solamente un cultivador de café, le llenaron la mente de cines, hoteles, buen salario, televisores a color, equipos de música, lavadoras japonesas, etc, que la infeliz guajira devorada por la curiosidad por aquello que le mencionaran, recogió los pocos y viejos trapos de Eleuterio, llevándolo hasta la puerta de su bohío y ordenándole no regresar hasta que no le trajera, todo lo que los camaradas le habían mencionado.

El guajiro y sus compañeros fueron albergados fuera de la ciudad, donde comenzaron a darles clases de primaria, que compartían con trabajos agrícolas, mientras les enseñaban también algunos adelantos de la vida moderna como lo eran el uso de los servicios sanitarios inexistentes en las montañas y el uso diario del calzoncillo, prenda interior ajena a la vida de aquellos jóvenes del campo. No puede negarse el interés y la pronta superación de aquellos hombres nuevos que sustituirían a la masa corrupta de viejos marinos.

Pocos meses después, Eleuterio hacía su triunfal entrada en una pequeña escuela de Patrones de Cabotaje que se encontraba a las márgenes del rio Almendares, de donde salió con un diploma a las pocas semanas una vez finalizado el curso, nadie puede dar fé de la veracidad de que aquellos guajiritos aprobaran, lo cierto es que nadie los iba a desaprobar tampoco, porque aquello se contradecía con los planes del Mago y muy pronto, antes de que tuvieran tiempo de quitarse las espuelas que usaban en el campo para pinchar a los caballos, todos estaban a bordo de buenos y grandes barcos.

A partir de ese momento se rompía definitivamente con todo lo viejo, aunque esto no fuera malo, se incrementaron los robos, aumentó el contrabando, se tenía que dormir con las puertas de los camarotes cerradas, se vieron con más frecuencia marinos presos en el extranjero, por tomar una bicicleta mal parqueada y así se hicieron famosos aquellos muchachos que formaban parte del hombre nuevo, a los que desprendieron de las tetas de las vacas, les quitaron el azadón de las manos, los bajaron de los caballos y también de las montañas.

Poco tiempo después, Eleuterio capitaneaba un barco pequeño, pero era un barco y no la patana que empujaba en el Toa, la guajira ya vivía en La Habana y se había olvidado de la letrina, ahora por la música estereo no recordaba el canto de los gallos y ambos viajaban en un auto Lada, que el guajiro se había ganado por los méritos revolucionarios.

- Compañero, ¿se encuentra el Capitán?- Le preguntó un hombre de guayabera al marino que estaba de guardia en el portalón del barco, solo le bastó una leve mirada al marino para comprender que estaba ante la presencia de algún dirigente del Partido, portafolio en mano, bolsillo de la guayabera llena de bolígrafos de distintos colores, espejuelos de armadura metálica que solo se hacían para los de este nivel, en el bolsillo del lado contrario dos o tres tabacos, un adulón que siempre los acompaña y son utilizados de mensajeros, un jean que se compraba en las tiendas de Diplomáticos, zapatos extranjeros, la piel nada curtida por el sol, vientre inflamado y bajo la escala un Lada con los cristales ahumados y el chofer complaciente cual perro fiel, que espera a su amo.

- Si, el Capitán se encuentra a bordo.

- Comuníquele que deseo verlo.

- ¿De parte de quién?.

- Dígale que es el Secretario del Partido del Municipio Especial Isla de la Juventud.

- Un momento, compañero.- Tomó el teléfono para llamar al camarote y al momento le contestaron de la otra parte de la linea.

- Capitán, lo busca el Secretario del Partido de la Isla, ¿puede pasar?.

- ¡Oye compay!, que bruto eres a esa gente no se detiene para nada, tráelos inmediatamente .- El marinero asustado colgó el teléfono y le sugirió al de la guayabera que los acompañara, una vez en la puerta del camarote, el marino regresó a continuar su guardia.

- Buenas, Capitán.

- Buenas y pasen adelante.- Una vez adentro, Eleuterio cerró la puerta de su oficina para darle más privacidad a la entrevista entonces el tarugo (adulón), se encargó de la presentación.

- Mire, Capitán, el compañero es el Primer secretario del Municipio Especial. Entonces el Jefe le extendió la mano y sin esperar la invitación se sentó como si estuviera en su casa, bueno realmente lo estaba, en esa isla y en la mayor todo era propiedad del Mago.

- ¿A que debo el honor?- Al Primer Secretario le habían informado que el Capitán de aquella nave había sido un guajiro cazado en las montañas y ante la expresión oida, no le cupo la menor duda en reconocer que aquella revolución había realizado milagros en el país.

- Capitán, vengo a encomendarle una tarea de la revolución.

- Usted dirá.

- Nuestro glorioso Partido lo ha seleccionado para la honrosa tarea de transportar un cargamento de melones, que son de extrema urgencia en estos momentos de escasez de alimentos en la capital.

- No hay más nada que hablar, esos melones serán transportados y de esta forma le damos cumplimiento a esa honrosa tarea encomendada por nuestro glorioso Partido.

- Muy bien Capitán, informaré de la disposición de la tripulación de esta nave bajo su mando a nuestro Comité Central.

- ¿Cómo vendrán embalados esos melones?.

- ¿De qué me está hablando Capitán?.

- Le preguntaba que cómo venían embalados esos melones, si vienen en cajas, contenedores, canastas, etc.

- ¡Aahhh!, es que no lo había entendido, no, los melones vendrán en camiones hasta la banda del barco y después usted los embarcará.

- Pero ¿sin ningún tipo de embalaje?, ¿no vienen en cajas?.

- No, capitán, los melones los debe embarcar a granel y considerando sus cualidades de Militante, es por ello que lo hemos seleccionado para esta heroica tarea.

- Coño, compay, ¿usted está seguro de lo que me dice, melones a granel?.

- ¿Va a dudar de la palabra del Partido?.

- Por supuesto que no, pero esto no lo había oido antes.

- Pues fíjese que no es la primera experiencia que se ha realizado sobre estos cargamentos.

- Bueno si la cosa es así, que manden todos los melones que quieran para la capital, porque nosotros si que somos de Patria o Muerte.

- Bueno, Capitán, los camiones comenzarán a llegar dentro de unos minutos, pero lamento mucho tener que retirarme, aun me quedan otras tareas por cumplir.

- Entonces, no se hable más y confie en nosotros.- Se despidieron y cuando el Capitán quiso acompañarlos hasta el portalón, el Primer secretario le dijo que no se molestara ya que él recordaba muy bien el camino.

Pocos segundos después se pudo oir por los altavoces interiores de la nave la voz del Capitán solicitando la presencia de su Primer Oficial, para coordinar lo relacionado al embarque de los melones, mientras tanto, dentro del auto y saliendo de las instalaciones portuarias de Nueva Gerona, el Secretario y su adulon mantenían una interesante conversación.

- Jefe, ¿usted está seguro de lo que le dijo a ese infeliz?.

- ¿De qué me estás hablando?.

- De lo relacionado con el embarque de los melones.

- Por supuesto que sí, los melones se embarcarán en esa nave para La Habana.

- Eso yo lo sé, me refiero a embarcarlos a granel, ¿ha existido antes alguna experiencia similar?.

- ¿Cómo crees?, ¿a quién se le ocurriría semejante locura?.

- Coño, ahora si que me has dejado botado.

- Mira Paco, lo primero que tienes que hacer en esta vida, es aprender a vivirla, estas cosas no te la enseñaron en la escuela del Partido Ñico Lopes.

- De verdad que no lo entiendo.

- Te tomará tu tiempo hacerlo, pero fíjate.- En eso se sacó un bolígrafo del bolsillo y se lo puso en la palma de una mano, mientras continuaba.-Esta es una papa caliente que te tiran, la recibes con una mano y cuando te está quemando la pasas a la otra, cuando la otra mano comienza a calentarse la vuelves a regresar y así sucesivamente, hasta que te cansas de esa basura que te está quemando y entonces no te queda mas remedio que soltar la papa, antes de que te puedas quemar. Terminó de decir esto y continuaba pasando el bolígrafo de una mano a otra sin parar.

- Déjame ver si capté el mensaje, me dan una orientación o tarea que es dificil de cumplir, es una gran tiñosa, pero que si no salgo de ella me pueden joder, entonces agarro al primer comemierda que me encuentro y se la suelto, si el cabrón se da cuenta enseguida, se la pasa a otro y de lo contrario pasará a la larga fila de los tronados.

- Exacto, no creo que seas muy bruto, veo que aprendes con facilidad y te repito, algún dia me lo agradecerás porque esto no se aprende en la escuela, allá solo mierditas de Marxismo y esas boberías, el juego duro está aquí en la calle y no creo que después de los vacilones que se viven en este giro, quieras ser un mártir mas.

- Entonces ¿a partir de ahora el lio de los melones pasó a manos de ese guajiro que es Capitán?.

- Por supuesto, ¿quién lo manda a ser tan animal?, pero no sufras por ello porque ya salimos de esa candela, ¡chofer!..

- Dígame, camarada!.

- Vámonos hasta el hotel Colony, necesito despejar un poco después de esta agotadora jornada.

- Como usted ordene camarada.- Cruzaron unas sonrisas el Primer secretario y su ayudante. 

- Oye, Argudín, vamos a prepararnos para recibir un embarque de melones para La Habana.

- ¿Cómo vendrán esos melones?-

- A granel.

- ¿Cómo que a granel?.

- Como lo oye, esta es una tarea de choque del Partido y nosotros somos los asignados para cumplirla.

- Coño Capitán, ¿pero usted sabe lo que dice?.

- Argudín, no se hable más, dentro de unos minutos comenzarán a llegar los camiones con las frutas.- El Primer Oficial, quién era el responsable de los cálculos para cargar al buque, no replicó las órdenes de su Capitán y se dirigió a cubierta para impartirle orientaciones al contramaestre. 

Dos dias después partían del puerto de Nueva Gerona hacia el puerto de La Habana, con la nave cargada hasta la altura de las bocas de escotillas de melones, ese mismo dia y navegando al suroeste del faro de Carapachibey al sur de Isla de Pinos, era una norma a bordo de los buques tomar sondas de las sentinas de las bodegas dos veces al dia, una en horas de la mañana y la otra en la tarde, generalmente antes de terminar las faenas en cubierta, ese dia el pañolero cumpliendo con esta obligación que se convirtió en una rutina, detectó un metro de agua en las bodegas, asustado repitió la operación para comprobar si se había equivocado, pero la marca señalada en la sonda se mantenía y alarmado subió corriendo escaleras arriba hasta el puente, para informarlo al Primer Oficial.

- Oye Argudín,creo que nos estamos jodiendo, las bodegas tienen un metro de agua.-

- ¿Estas seguro de lo que dices?.

- Por supuesto, tomé las sondas en dos oportunidades para salir de dudas.

- Muy bién, quédate por aquí un momento.- Descolgó el teléfono y marcó el número del camarote del Capitán. -Oiga Capitán, estamos haciendo agua y las bodegas tienen un metro de sonda.- No pasaron quince segundos, cuando el Capitán muy asustado se presentó en el puente.

- ¿Cuando fué que se dieron cuenta?.

- Hace solo unos minutos que el pañolero trajo las sondas.

- Dile que las repita inmediatamente.- Argudín le hizo una señal al hombre que se mantenía a la escucha en el alerón del puente y este salió disparado a cumplir la misión encomendada.- Desde arriba, Argudín y el Capitán seguían todos los movimientos de este hombre, quién al finalizar su trabajo se acercó a la superestructura e inclinando la cabeza hacia arriba gritó a viva voz.

-Tienen dos metros.- Terminando de pronunciar estas palabras, se oyeron por los sistemas de alarma del buque, acompañados del fuerte sonido del tifón y la campana existente en la banda de estribor del puente, las señales de zafarrancho de abandono de buque. Solo unos minutos después toda la tripulación estaba formada con los chalecos salvavidas en la cubierta de botes a babor y estribor, los oficiales pasaban lista de sus tripulantes para comprobar si estaban completos, llegaron un poco retrasados los cocineros y camareros quienes cargaban un poco de alimentos y el radiotelegrafísta con la estación portátil de radio, una vez así, el Capitán dio la orden de desenfundar los botes y prepararlos para arriarlos, la tripulación que pensaba tratarse de una rutinaria maniobra, comenzó a preocuparse y algunos pidieron permiso para ir hasta el camarote a recoger alguna ropa, permiso denegado ante las protestas de los marinos que alegaban, era la única muda de ropa que poseían y ya no les tocaba ninguna mas por la libreta, el Capitán llamó al telegrafista y al Primer Oficial, para que se presentaran en el puente.

- Telegrafista, transmite la señal de S.O.S y deja encendido el equipo automático de socorro, Argudín manda esta señal por radiofonía.

- Capitán ¿por qué no analizamos la situación antes de abandonar el barco?.

- Porque con dos metros de agua en las bodegas no tenemos mucho tiempo para ello.

- Pero debemos hacer lo imposible para salvar a la nave.

- Argudín, no hay tiempo para analizar ni discutir, solo te voy a decir una cosa compay, yo no me hundo con esta mierda.

- Pues fíjese, yo no abandonaré el barco hasta estar seguro de que se esté hundiendo.

- Ese es tu problema, porque ahora mismo estoy mandando a arriar los botes.

- Por favor, Capitán, hagámos una cosa!.

- ¿Qué es lo que se te ocurre ahora?.

- Mande a tomar otra sonda a las bodegas, después yo bajaré con usted en el bote para comprobar si ha existido alguna alteración en los calados.

- Bueno, hagámoslo, pero te seguro que si la sonda aumentó, yo me largo con la gente en los botes.

- Por favor, compréndame, si los calados no han variado no ha existido alteración en el desplazamiento del buque.

- Yo te entiendo pero de todas maneras me largo con la tripulación.- La realidad era que el infeliz guajiro no comprendía nada de lo que deseaba hacerle razonar su Primer Oficial, porque en el corto entrenamiento que había recibido no le explicaron nada de Estabilidad. Todo se realizó como lo había pedido Argudín, pero la sonda indicaba que la bodega tenía dos metros y medio de agua, se dio la orden de bajar los botes y a bordo de uno de ellos, el Primer Oficial comprobó que los calados se mantenían inalterados y por esa razón, decidió embarcar de nuevo.

La noticia cayó como una bomba en la Empresa Nacional de Cabotaje, luego se informó al Comité Central del Partido y el Mago acusaba a los EU de haber perpetrado otra agresión contra el pueblo, los sindicatos organizaron manifestaciones frente a la antigua Embajada americana, la Televisión Nacional transmitia conmovedoras imágenes de los familiares de los supuestos desaparecidos, niños inocentes que lloraban y acusaban a los americanos de asesinos, casas que eran abarrotadas por los dirigentes de cada zona para darles muestras de solidaridad a los familiares, se movilizó a las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional, la fuerza aerea dio inicio a una intensa búsqueda, el Mago en Jefe dirigía todas las operaciones desde el puesto de mando, habilitado para el caso en la sede de su Comité Central y cada hora daba una conferencia de prensa, con los periodistas nacionales y los del Campo Socialista acreditados en el país. En el puerto de Nueva Gerona, el Primer Secretario del Partido convocó a una multitudinaria manifestación de protesta por tamaño crimen, mientras el generoso pueblo arrojaba coronas de flores al rio.

Cuando todo esto sucedía, los botes salvavidas del buque no paraban de dar máquina en demanda de la costa más cercana dirigidos por su gran Capitán, el combustible estaba llegando a su fin y ya comenzaba a caer la noche, la figura de su nave se había perdido en el horizonte y después de tantas horas de navegar sin saber para donde, por carecer ambos botes de brújulas y el que mandaba de conocimientos para orientarse.

En el barco Argudín permanecía aferrado a la cubierta principal y con la ayuda de linternas, tomaba sondas de las bodegas cada una hora, hasta que llegó el momento en el que el nivel de las aguas se mantuvieron constantes, en una de esas sondas, se le ocurrió pasarle la lengua a la parte mojada y confirmó lo que tanto había sospechado, aquel líquido era el jugo de los melones que habían reventado a todos los de abajo por el peso, entonces se dirigió a la cocina, comió y después de colocar algunas lámparas de kerosene, con las señales de buque a la deriva, cayó rendido de sueño en el sofá del puente.

Los marinos comenzaron a pedir algo de alimento después de más de doce horas en ayuno, pero cuando el Capitán ordenó abrir los depósitos que poseen los botes para estos fines, descubrieron que todos estaban vacios, al preguntarle al Tercer Oficial sobre esto que era parte de su responsabilidad, el mismo le contestó que hacía mas de dos años que la Empresa no le suministraba alimentos para los botes.

- Bueno, caballeros, aguanten como si fueran hombres, al menos tenemos agua y si nos falta la comida es por culpa de los americanos y su cabrón bloqueo.- Cuando terminó esas palabras alguién aprovechando la oscuridad le sonó una trompetilla.

- Ese que hizo eso es un contrarrevolucionario.- Le sonaron otra más ahora acompañada de risas y burlas, por parte de los tripulantes del otro bote al que se encontraban amarrados, entonces prefirió guardar silencio.

En la capital el Estado mayor del Mago seguía acuartelado y desde allí ordenó a la Comisión de Atención al Hombre, que le repartiera televisores a colores a los familiares de los mártires,acompañados de un mensaje de su Jefe, en un costado de la embajada americana se construyó una tribuna, por donde pasaron cientos de oradores de forma ininterrumpida desde hacía casi 24 horas, todos pedían la liberación de los marinos secuestrados y se convocó a una marcha del pueblo combatiente a lo largo de todo el malecón.

En horas de la tarde del dia siguiente, aviones de la fuerza aerea reportaron la posición de los botes a la deriva y horas mas tarde todos los tripulantes eran rescatados por unidades de la marina de guerra del Mago.

Un dia mas tarde, el barco fue remolcado con Argudín a bordo, por una nave de Isla Cocodrilo y las autoridades le daban atención a este Oficial que se negaba a hacer cualquier tipo de declaración, en la habitación donde lo habían albergado, pudo ver con asombro por la televisión, como el Capitán Eleuterio y los tripulantes eran condecorados por el dueño de la isla y aquello le produjo una sonada risa.

Luego en la intimidad del Comité Central, en un encuentro con el Mago en Jefe, se supo la verdad de lo acontecido en lo relacionado con la nave, pero ya era tarde para dar marcha atrás.

- Ramiro, en estos momentos no podemos retroceder y nosotros necesitamos de estos actos para mantener en alto el espiritu revolucionario de nuestro pueblo, pero si te ordeno una cosa.

- Mago en Jefe ordene!- Contestó Ramirito su viejo servidor.

- Mañana me pasas por la casa de todos estos mequetrefes y recoges los televisores, refrigeradores y las motos que les repartimos.

- ¿Y que hacemos con el otro sobreviviente?.

- A ese me lo mandas bien lejos, donde nadie lo conozca y que lleve también otro nombre, porque a partir de ahora, tendremos que aprender a convivir con un nuevo heroe, el Capitán Water Melon.

El Capitán Water Melon es un personaje real que existió en nuestra Marina Mercante, conocido con este apodo por haber cargado melones a granel y reportar que el barco se estaba hundiendo. Water no es más que parte de la historia de un pueblo que fue dirigido y destruido por miles de melones como él, que han ocupado cargos en ministerios y puestos importantes, por el solo mérito de ser incondicionales al régimen, que ha bloqueado el ascenso de las nuevas generaciones, a la dirección del país que se sacrificó para formarlos.

Este trabajo se lo dedico a todos esos Oficiales de Cubierta y Máquinas, cuyos sueños de convertirse un dia en Capitanes y Jefes de Máquinas, fueron frustrados, por el solo hecho de no pertenecer al desprestigiado Partido Comunista de Cuba, viendo con dolor e impotencia, como personas incompetentes pasaban por su lado.

Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
29-7-1999.