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El corazón de un cuerpo mutilado,
oculto y temeroso entre manglares, espera por la luna llena, llena también de pleamares, que ayuden a reflotar su nave, la nave del valor y la vergüenza. Huye el corazón del cuerpo mutilado, de lo que fuera el paraíso prometido, infierno del discurso interminable, y marchas sin fin y sin barreras, va en busca de su mano cercenada, para escribir la historia de hoy, la historia que preguntarán mañana. Cuerpos de rostros duplicados, montado al lomo de un escualo, diz que cuidando su frontera, matan como esos mismos animales, para mantener encerrados, la mentira, el hambre y la miseria. Al soplo de los vientos terrales, y con la subida de la marea, el corazón iza las velas de su barco, navega en busca del futuro y la esperanza, mirando con dolor y espanto, las tristes huellas de su estela. Bacanales de los irracionales, que cambian libertades por escuelas, esqueletos confundidos con corales, convertidos en collares y pulseras, amuletos de todos los que aplauden, y usan de sábanas nuestra bandera. En la piscina de una funeraria, nadan todos los incondicionales, falsos Santeros de consolidados, Pastores no exorcizados, y Curas que gritan consignas belicosas. Intelectuales de grandes carnavales, que siempre duermen con caretas, que por cobardes vendieron su arte, y no pueden abandonar el estiércol, que les ha reservado la historia. Gobernantes, Reyes y Embajadores, guerrilleros de la droga y de partidos opuestos, posan todos muy contentos junto al Dinosaurio, y como fondo un pueblo que come gatos, y tiburones que se comen al pueblo, luego.. guardan la foto de recuerdo. Otros corazones mutilados, se esconden en la maraña de la costa, para escapar desesperados, ante el acecho de un cuerpo uniformado, al que le han extirpado la memoria. Allende los mares otros cuerpos, distribuidos por todos los rincones, de un planeta sordo y enfermo, que asiste a la creación de un monstruo, esperan por sus corazones, que un día dejaron en la otra orilla, para formar a un hombre sano, y dejar constancia en la historia, la que enseñarán en las escuelas, cuando nuestras nietas sean abuelas, que una vez existió un pueblo dividido, con falta de voz y rostros multiplicados, que parte de ese pueblo sobrevivió, a las condenas de nuevas generaciones, porque nunca aceptó canjear sus libertades.
Estribillo..
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá
10-3-2001. |