¡OH BLOQUEO CUANTO TE AMO! |
Ese criminal "bloqueo" que impusieron los americanos contra Cuba, se hizo sentir a lo largo de toda mi vida de marino a bordo de nuestros buques mercantes, en mis 24 años trabajados en la marina mercante cubana. Nadie es capaz de imaginarse la austeridad que se experimentaba en esas largas aventuras marinas, presos en muchas oportunidades por impagos de la empresa armadora, gran dosis de hambre, falta de nuestros exhorbitantes salarios de un dólar diario, navegaciones en buques que no reunían las más elementales condiciones de navegabilidad, etc., etc. Voy a satisfacer a algunos de los defensores de ese sistema, que un día me solicitaron que me dedicara a escribir sobre las experiencias en esos viajes. Para llegar a Capitán se requiere haber pasado por todos los cargos que lo antecede, yo nunca llegué a Capitán porque la lista de los seleccionados para pasar el curso en la Academia Naval, era confeccionada en el Departamento de Cuadros de La Empresa de Navegación Mambisa, "pero", carajo la vida está llena de "peros", pero en Cuba sobrepasan los límites aceptables de ellos. Como les decía, pero, esa lista tenía que ser aprobada por el Seccional del Partido. De nada servía que fueras un oficial destacado técnicamente, ni que tuvieras mil años de experiencia. Allí se vetaba de acuerdo a la integración y evaluación política del Oficial, fue así que me mantuvieron durante unos diez años como Segundo Oficial, hasta que en uno de esos cambios que se producen cuando truenan a alguien, se produjo algún descontrol y pasé el filtro. Fue como llegué a pasar el curso de Primer Oficial, mientras por mi lado desfilaban todos los seborucos de la flota. Pues esa larga permanencia en la plaza de Segundo Oficial llegó a gustarme mucho, tenía pocas responsabilidades. Es éste Oficial el encargado de planificar todas las derrotas del buque, o sea, es quien selecciona todas las cartas náuticas y asesorándose con toda la documentación disponible para ello, traza todos los rumbos del buque a cualquier parte del planeta, debo agregar que es un trabajo sumamente interesante y se llega a tener un dominio de la meteorología, navegación y geografía, espectaculares. Hablando del desgraciado bloqueo y la austeridad a bordo de los buques, les cuento que se realizaban esas acostumbradas reuniones que nunca han podido faltar en la vida de cualquier cubano, en ellas siempre se ha arreglado al mundo pero lo jodido es que nunca se resolvieron nuestros problemas. Así, en cada una de aquellas maravillosas y agobiantes reuniones de asuntos sin importancia, surgían ideas maravillosas de parte de nuestros aguerridos y combativos militantes (recuerden que hablo de la vanguardia de la clase obrera). Entre esas asombrosas proposiciones y con el objetivo de ahorrar para palear los desastrozos efectos de ese criminal bloqueo, hubo alguien que un día propuso desconectar luces en los pasillos del barco (parece que luego los rumanos copiaron esas ideas de nosotros, porque allí las tiendas y lugares públicos además de encontrarse fríos, se mantenían en tinieblas). Aquella brillantísima idea fue aplaudida con enorme júbilo por toda la tripulación (téngase en cuenta que las tripulaciones se encontraban compuesta en su mayoría por un 95% de militantes), por tal razón debe considerarse brillante todas las proposiciones que tengan un origen partidista. A partir de esos momentos reinó la oscuridad en nuestras naves y cuando nos encontrábamos en puertos nacionales, si no se encontraba el buque en operaciones se apagaba todo el alumbrado exterior. Los grandes matemáticos partidistas sacaron sus cuentas y nos hicieron comprender que por tantos watts de consumo ahorrado, se dejaban de consumir tantos galones de combustible, que al final de un año podían sumar unas toneladas del precioso líquido. Era extraordinariamente asombrosa la actitud patriótica de aquellos amnegados camaradas, dignas de aplausos. Hubo otros de esos sufridos bloqueados por los americanos, que propusieron colocar laticas vacías atadas con alambritos donde quiera que se detectara un salidero de combustible, y nuevamente el silencio de aquella asamblea donde se jugaba con el destino de una nación, fue roto por un estruendoso aplauso, nadie puede imaginar el derroche de inteligencia de nosotros los cubanos, que además de esto sabemos crecernos ante las dificultades. ( No sé a ciencia cierta si era mejor comprar juntas y reparar los salideros, bueno, yo era Oficial del puente y de máquinas no conocía un peo) Aquella inteligente proposición fue aprobada por unanimidad y al día siguiente uno de la comisión era el encargado de colectar las laticas de leche vacías del desayuno, realizaba un inventario de ellas y se la pasaba a otro miembro de la mencionada comisión encargado de lavarlas, para retirarles los residuos de leche que pudieran contaminar el combustible, terminada la participación de ese camarada se la entregaba a otro que tenía la asombrosa responsabilidad de abrirle dos huequitos, otro le pasaba un alambrito que no fuera muy largo para ahorrar materia prima y por último, luego de firmar un acta de recibo se le entregaba al maquinista encargado de colocar la latica en el salidero de los equipos bajo su responsabilidad con la celosa observación de un camarada del Partido. El Departamento de máquinas pronto se decoró bellamente con esas laticas muy bien limpias, y para finalizar, un compañero del núcleo del Partido asesorado por otro del Sindicato (que eran la misma mierda) colectaba diariamente el combustible recogido en aquellas laticas, y hacía un reporte del combustible ahorrado por el departamento, para tenerlo en cuenta a la hora de la emulación socialista entre máquinas y cubierta. Miren que ese bloqueo nos ha hecho daño, nadie puede tener una idea de eso, solo nosotros los cubanos. Volviendo al tema anterior donde les narraba que yo había estado unos diez años en la plaza de Segundo Oficial, pues llegué a dominar la navegación profundamente, creo que la amaba, pues bien, a la hora de hacer las planificaciones de las derrotas de los buques yo le presentaba generalmente tres proposiciones a los capitanes, cuando él seleccionaba una de ellas yo preparaba todo el viaje. Resulta que para las navegaciones cortas lo más lógico es usar la navegación loxodrómica o en línea recta, téngase en cuenta que la menor distancia entre dos puntos situados en un plano es eso, una línea recta. Luego, a partir de las veinticinco o treinta millas náuticas esa línea comienza sufrir distorciones por la redondez de la tierra, pero aún así se usa en distancias superiores. Para la navegación a grandes distancias se utiliza la navegación ortodrómica o conocida comunmente como círculo máximo, esto es debido a que la menor distancia entre dos puntos en una esfera es el arco de círculo máximo, quiero dejar esto aquí y no entrar en detalles técnicos que a ustedes no le interesarán y harán más largo el trabajo. Para la construcción de un círculo máximo se utilizan varios métodos, el más fácil es el de trazar el rumbo en una carta gnomónica y luegro trasladarlo a una mercator, en la primera trazas un rumbo lineal que al trasladarla a la otra por coordenadas geográficas se convierte en un arco de círculo máximo (este método era empleado por los brutos), el otro método era mediante cálculos realizados por las tablas HO-214 o la HO-229, por cálculos trigonométricos, después esos cálculos se simplificaron por medio de las Astronavigator computers y por último, ese trabajo lo realiza el equipo del satélite de navegación. Como quiera que sea, esos cálculos se encontraban comprendidos dentro de los conocimientos de cualquier navegante para su aplicación. ¿Por qué esa explicación? Muy sencillo, si se utilizaba la navegación loxodrómica en las grandes distancias en lugar de las ortodrómicas, la navegación se hacía más larga y esa información se podía obtener en los Pilots Charts, un ejemplo de la diferencia entre ambas navegaciones era muy palpable en un viaje de Panamá a Tokio, la diferencia entre ambas era de más de 360 millas náuticas, que para un barco con una velocidad de 15 nudos representa un día de navegación y un gasto de combustible de unas 30 tm. Pues bien queridos amigos, ¿qué les parece si les digo que yo le he dado la vuelta al mundo por loxodrómica? ¿Saben cuántas millas se habrán navegado de más en solo ese viaje? Se imaginan cuántas millas he navegado de más en veinticuatro años navegando con burros que fueron ascendidos por su condición de militantes, claro que no. Pero de lo que estoy seguro es, que admirarán a esos amnegados camaradas que colocando laticas tal vez lograron colectar una tonelada de combustible en diez años. ¿Quién desea que levanten el bloqueo? Nadie sabe cuánto lo aman estos cubanos.
Esteban Casañas Lostal.
Montreal..Canadá.
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